lunes, 17 de noviembre de 2008








El tema de la traición en El Cantar de Roldan esta tratado desde el punto de vista psicológico con una gran fineza. Esta “fineza” psicologica, así como las implicaciones y resonancias tiene que ver con el contexto de su epoca .




Es importante resaltar que en la cultura del medioevo pleno, hay una serie de estructuras sociales y políticas totalmente estrictas; marcadas por los cánones de la época feudal.

Particularmente utilizo este orden como un referente para conocer las intrincadas relaciones de un concepto tan delicado como lo es el vasallaje.

Un hombre noble o del pueblo llano se sometía a obedecer a un señor el cual tenía derechos y obligaciones que se establecían con un contrato verbal; el cual comprometía a el que recibía la protección a rendir homenaje y servir con fidelidad a su señor. La contraparte aceptaba su sometimiento y a cambio ofrecía sus tierras para ser trabajadas en el caso del pueblo llano y recibir una parte de las ganancias de su trabajo; en caso de los nobles se le entregaban títulos, el derecho de poseer su propio escudo de armas a demás de tierras y si se les requería en el servicio de las armas debían prestar servicio con sus caballeros un plazo de cuarenta días.

La cuestión de la traición, es la delgada línea entre el deber y el ser. Para el personaje de Roldan el camino a elegir es lo que determina este servicio y devoción hacía su señor. Y cabe resaltar que dentro de la historia hay un verdadero amor y respeto para Carlomagno, pues un lazo de sangre los une.





Particularmente pienso que la traición de Ganelón hacía Carlomagno y Roldan proviene de la decepción, la cual se forma en el primer personaje pues siente que lo mandan a una muerte segura y prácticamente lo están usando como escudo o más bajo aún, como carne de cañón.

Tirada XX

-Caballeros francos-dice el emperador-: elegirme un barón de mis dominios que pueda llevar a Marfil mi mensaje.-Que vaya mi padrastro Ganelón.-Dice Roldan.

El conde Ganelón esta en gran cuita…-Loco dice a Roldan-. ¿Por qué esa rabia contra mi? Recuerda que soy tu padrastro, y he aquí que me señalas para tratar con Marsil. Si Dios permite que yo vuelva, he de inflingirte tal quebranto que dure mientras vivas.

Son personajes dotados de sensibilidad ya no son los personajes que habitan en el imaginario de los primeros cantares de gesta como lo es el “Libro de Tebas” en la cual los personajes son iracundos y violentos en busca de aventura o empujados por su destino a realizar proezas.

A su vez el maravilloso cristiano se entremezcla con la psicología y los valores caballerescos de la época. Pues cuando Ganelón se alía al bando enemigo, no solo traiciona los ideales de caballería, de su patria, de su señor; sino del mismo Dios al cual de varias maneras el autor menciona de manera explicita. La simple pertenencia y amor a éste ser universal siempre triunfara, no importa la prueba que se realiza.

Durante la primera parte de la batalla entre ambos bandos Oliveros le recomienda a Roldan que toque el olifante para que el grueso del ejercito venga en su rescate. Roldan al ser soberbio por amor pierde la batalla, el botín y la vida de todos los que le acompañan, esto puede interpretarse como una traición; pues en vez de responder con prudencia sin saberlo, sacrifico a Francia con su falta y decidió como si fuese el rey de la misma; lo cual puede considerarse como un acto de infidelidad a su señor feudal.

Oliveiros-Los infieles son innumerables y nuestros franceses muy escasos. Roldan mi compañero, haced sonar vuestro cuerno. Carlos lo oirá y retornarán las tropas.

-Sería obrar como un loco- Responde Roldán-. Perdería mi renombre en la dulce Francia. Yo hare que Durandarte reparta enseguida duros golpes. Su hoja se empapará de sangre hasta el oro de la taza. Los traidores infieles han llegado a los puertos para desdicha suya…

Los justificantes pueden ser variados y las acciones precipitadas al juzgar hasta que punto puede traicionarse al ser que se sirve por amor o por obligación. Aun más importante es el hecho de obtener una respuesta ya sea por medio de las leyes de la época o a un sentido más humano en el cual hay errores que se pagan con grandes cuitas y sin sabores que al fin y al cabo se considerarían faltas humanas, errores de juicio registrados en los actos pasados y presentes.

A demás he de señalar que las repercusiones las cuales hubiesen sido en un terreno menos idealizado y dejando de lado la literatura, hubiesen sido juzgados como una desobediencia, pues a pesar de que la orden principal era cuidar la retaguardia del rey Roldán actuó sin juicio y premeditadamente; por lo cual sería culpable sin la menor duda. Hablando dentro del contexto de la obra él sirvió a su señor sin importar si sus acciones fueron correctas o incorrectas. Pues la voluntad y el amor hacía Carlomagno fue más grande que pensar en un acto de traición como tal

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